Luiz Inacio Lula da Silva se entregó a la policía para «probar su inocencia» y afirmó que la causa por la cual fue condenado a 12 años de cárcel es una «mentira» del juez.

El expresidente de 72 años fue condenado en enero a 12 años y un mes de cárcel, por corrupción y lavado de dinero. La Justicia lo acusó de haber recibido como soborno un departamento tríplex en el balneario de Guarujá ofrecido por la constructora OAS a cambio de contratos con Petrobras.

«Mintieron cuando dijeron que era mío. Ninguno de los jueces duerme con la conciencia tranquila como yo», señaló Da Silva.

«No estoy encima de la Justicia. No habría creado un partido político en este país si no creyera en la Justicia. Pero creo en la Justicia justa, que se basa en elementos reales; no en un Power Point que sirvió a un fiscal para decir en la televisión que el PT es una banda delictiva y que yo era el jefe»afirmó el expresidente.

«Me gustaría que pruebe que cuál es el crimen que cometí en el país. Si fue por el crimen de poner a pobres y negros en las universidades, quiero decirles que voy a continuar siendo un criminal en este país», reiteró bajos los gritos y aplausos de un público que le pedía que «no se entregue».

Durante el día  domingo, el expresidente  se encontró  en la cárcel con uno de sus abogados,  y  afuera sus partidarios levantaron un acampe, para pedir por su liberación.

La celda de Lula es  una  celda especial de 15 metros cuadrados, con cama individual, un baño y una mesa