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El oficialismo y su batalla interna

16 de septiembre , 2021 - 8:44:am

Dos ministros “albertistas”, Sabina Frederic y Claudio Moroni, sorprendieron con mensajes públicos de apoyo al Presidente en el peor día después de la derrota electoral. Extraño: el Presidente suele respaldar a sus funcionarios en situaciones difíciles y no al revés. No fue la única curiosidad. El canciller Felipe Solá saludó con puño en alto a la salida de la Casa Rosada, después de horas de reuniones frente a la ofensiva kirchnerista en el máximo nivel del poder. No se estaría advirtiendo el impacto externo: sólo suma incertidumbre y tensión a una sociedad abrumada.

Alberto Fernández no habría resuelto aún los pasos que dará finalmente frente a los ministros que llevaron al límite la jugada de Cristina Fernández de Kirchner, luego de que fracasara, según trascendió, un encuentro entre el Presidente y la vice para discutir la profundidad y los tiempos de un cambio de gabinete. Eduardo “Wado” de Pedro –la pieza más significativa-, media docena de otros ministros y también funcionarios de áreas clave –la Anses y el PAMI, en primer lugar- dieron un paso que sacudió a Olivos, cuyo efecto profundo es difícil de estimar más allá de cuál sea el desenlace formal.

Desde la Casa Rosada armaron un largo listado de llamadas telefónicas para sumar apoyo. Es un síntoma de la gravedad del momento y a la vez, un primer ensayo de recomposición política a difundir. También, llamativamente, presentando todo como una batalla decisiva, una mini épica de “defensa del Gobierno” pero no ante alguna amenaza externa sino interna.

Los principales renglones de esa lista fueron ocupados por los nombres de los gobernadores -hasta anoche habían registrado una decena de adhesiones- e intendentes, tironeados también desde La Plata. Se habló además con la dirigencia de la CGT, que realizaba un encuentro y comprometió su apoyo. El recorrido fue completado con los movimientos sociales aliados del Gobierno, que convocaron para hoy mismo a una marcha. Es decir, los sectores y dirigentes que compiten con el kirchnerismo duro en el plano territorial y en el armado sindical.

Esta batalla lo único que suma es tensión e incertidumbre a una sociedad abrumada por el arrastre de las restricciones frente al coronavirus y el agravamiento de la crisis. Es bastante más que una cuestión de internas y de campaña./INFOBAE