
La medida, que mantiene a 14.000 argentinos varados, fue una de las principales decisiones puestas en marcha para que la suba de contagios no se terminara de traducir en más fallecimientos. Sin embargo, después de aplicados los refuerzos en los controles, los contagios y los desenlaces fatales no tuvieron una merma significativa
Con más de 100 días de vigencia, la política oficial que restringe los vuelos desde el exterior implementada desde marzo no demostró ser efectiva para que en el país se produzca una reducción en la cantidad de muertes ni de contagios de coronavirus. Se trata de una de las principales medidas, más duras y de mayor extensión, que aplicó el gobierno nacional para frenar el COVID-19.
Mientras los países con mejores resultados en frenar el COVID-19 vienen demostrando que es mediante la vacunación masiva y completa -con dos dosis- la herramienta más eficaz para reducir la transmisión y, por consecuencia, los fallecimientos, en Argentina se optó en los últimos 100 días por aplicar restricciones a la movilidad, paralizar actividades económicas y sociales, y cerrar las fronteras, incluso, para los mismos argentinos que salieron del país por diversos motivos y quedaron varados y sin fecha cierta para regresar./INFOBAE