Las declaraciones del gobernador cordobés Juan Schiaretti sobre el destino del Partido Justicialista a nivel nacional marca una claridad conceptual sin vacilaciones «Para poder ganar hay que dejar atrás el kirchnerismo».
Atando cabos, el presidente del concejo Deliberante local José Luis Esteve señaló por este medio que la nueva conducción del PJ pasaría sin duda «por los gobernadores» y por aquel que tenga «la capacidad de armar y de inmolarse» frente a un presidente Macri que deslizó esta semana la posibilidad concreta de reelección. Para Schiaretti el PJ tiene muchas posibilidades de triunfo si logra ordenarse pero » sin el kirchnerismo, una etapa terminada».
Por su parte los jóvenes gobernadores Uñac y Urtubey aunque comulgan » una oferta peronista distinta, menos ortodoxa y con necesaria cintura política con nación», no decantan del todo para el 2019. El sanjuanino descartó el escenario nacional porque persigue una renovación provincial; Urtubey en cambio lo apuran los tiempos y viene construyendo el mensaje «un PJ sin Cristina»; en Abril de 2017 señaló las grandes dificultades de Argentina argumentando que » así esta el país como gobernó Cristina». En Junio, el marido de Macedo argumentó que Cristina «no puede conducir algo a donde no pertenece» y en enero de 2018 Urtubey sostuvo que Cristina es una “instancia totalmente agotada” . En este punto el salteño es coincidente con el cordobés. Un PJ sin Cristina.
No obstante 2019 es una instancia «de temer» sobre todo para los principiantes a la carrera por la presidencia. Algunos coinciden en el análisis de Esteve «frente a Cambiemos el nuevo dirigente del PJ debe tener capacidad para ordenar pero sobre todo » capacidad de inmolarse».
En esta perspectiva el PJ pareciera tener variantes en sus naipes, no muchas. Un justicialista que se enfrentó ante el «cierre de puertas» durante el gobierno kirchnerista, marca en principio cierta postulación, no resistida. Su gobierno provincial estuvo enlazado al proceso que catapultara a la presidencia a Mauricio Macri; sin embargo marcó distancias, al igual que con Cristina; señalando en Julio de 2017 que el «ya presidente «, «era un caradura y que nunca agradeció a Córdoba por su triunfo»
Aunque en la retórica «Juan Manuel De la Sota» utilizó » institucionalidad» y » gobernabilidad» ; no descuidó los tradicionales discursos peronistas que apelan a los sentires masivos y que en la praxis lingüística contiene a ese » viejo peronista» que «todavía vota» y no se resiste a » volver».
Esta mirada muy particular intenta dar cierta luz a partir de innumerables diálogos con fuentes consultadas. Como decimos siempre » en política nada está dicho y todo puede pasar» Quizá De la Sota se convierta en el necesario escudo de un justicialismo ordenado que haga pie finalmente a las nuevas generaciones en 2023, o como subraya Córdoba «enfrentar muy bien las urnas en 2019»
Por Gustavo Rey