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Fray Carlos María Domínguez, nuevo obispo auxiliar de la provincia

1 de julio , 2019 - 9:13:am

El gobernador Sergio Uñac junto a su esposa y autoridades de los tres poderes de Estado participó de la celebración religiosa que tuvo lugar en el Estadio Aldo Cantoni, ante más de 5 mil fieles.

El oficio en el que a fray Domínguez le fueron impuestas las manos como obispo auxiliar de la provincia, también contó con la presencia del arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Eduardo Lozano y medio centenar de altos prelados de la Iglesia Católica de diversos países y de distintas diócesis provinciales.

Fray Domínguez fue ordenado por el Papa para ocupar la jerarquía de obispo auxiliar de San Juan, cuya función es asistir al arzobispo Lozano en todo lo necesario para llevar adelante la misión de la Iglesia. Es una gran ayuda y apoyo para el desarrollo de las tareas pastorales.

En la ceremonia fue leído un mandato que el Papa Francisco envió, el pasado 22 de abril, que dice: “Puesto que el honorable hermano Jorge Eduardo Lozano ha deseado duramente poder contar con una colaboración fraterna en el desempeño del gobierno de la vida de la diócesis, a fin de impulsar de modo más eficaz el progreso espiritual del pueblo de Dios; nos ha parecido bien, querido hermano, confiarte esta responsabilidad porque sabemos que estás bendecido de las cualidades de mente y corazón para el virtuoso desempeño de este ministerio pastoral. Por tanto, escuchando al consejo de la congregación para los obispos, con nuestra autoridad apostólica, te constituimos obispo auxiliar de la comunidad especial metropolitana de San Juan de Cuyo”.

El nuevo Obispo Auxiliar de la provincia, brindó su palabra en la ceremonia y tras agradecer a todos los presentes se dirigió a los sanjuaninos y dijo: “por fin nos encontramos! En esta tarde de invierno pero llena de calor San Juan se vuelve tonada en la voz. Quiero tocar con humildad, respeto y suavidad el corazón de cada sanjuanino. Quiero pedir permiso para entrar en sus vidas y compartir con ustedes lo más valioso que se me ha dado, a Jesucristo. Soy consciente que me integro a la historia y al caminar de la iglesia de San Juan, una iglesia que he percibido llena de vida, para colaborar con su pastor. No vengo a dar una mano, vengo a dar toda mi vida. Quiero caminar con ustedes y posar mis pies sobre las huellas del maestro que es camino verdad y vida. Quiero anunciarles a Jesús y anunciarlo con ustedes con valentía que él está vivo en medio de nosotros. Quiero servir a Jesús con ustedes en aquellos que más lo necesitan: en los pobres, en los más alejados, en los que sufren. Mi padre San Agustín decía Soy obispo para ustedes, soy cristiano con ustedes. La condición de obispo connota una obligación, la de cristiano. La primera connota un peligro la segunda una salvación. Aun así, gracias a la calidad pastoral la obligación se transforma en servicio y en oportunidad de progreso y maduración. Quiero agradecerles la acogida tan cordial y calurosa que me han dispensado. Ha sido verdaderamente conmovedor llegar a San Juan y saber que estaban rezando por mí. Y preparándose para vivir juntos este momento de mi ordenación episcopal. Estoy muy muy feliz de estar en San Juan y ser parte de esta iglesia a la que Jesús me pide amar. Mucha gente cuando llegué me dijo te vas a enamorar de San Juan, y en estos días que ya llevo con ustedes les tengo que confesar que es así, me estoy enamorando de San Juan. Perdón, me corrijo, San Juan ya me ha enamorado”, cerró.

El nuevo obispo auxiliar deberá responder al pedido del Padre Santo de ser servidor, a ejemplo de Jesús, que se inclinó ante los apóstoles para lavarles los pies. Este servicio y cercanía a los pobres y sufrientes es lo que quiere expresar Francisco con la frase “ser pastores con olor a oveja”.

El acontecimiento congregó a un importante número de religiosos como Miguel Miró, prior general de la  diócesis de Roma; Héctor Pizarro, vicario apostólico de Trinidad, Casanare, Colombia; José Luis Azcona, obispo prelado de Marajó, Brasil; José Castaño, obispo de Cartago, Colombia; Emiliano Cisneros, obispo de Chachapoyas, Perú y Jesús María Cizaurre, obispo de Bragança, Brasil.

De nuestro país asistieron, entre otros, Enrique Eguia Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires; Alfonso Delgado, obispo emérito de San Juan; y Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza.

Las tribunas del estadio dieron cabida a unos 5 mil fieles provenientes de toda la provincia que brindaron una calurosa bienvenida al nuevo pastor.