
El presidente de la Nación, Javier Milei, da inicio a las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación con un discurso en el cual defiende las políticas que aplicó su gobierno desde que asumió.
- “Hoy el país es radicalmente distinto a lo que era hace tan solo un año”.
- “Probablemente la sociedad argentina sea una de las más familiarizadas con la frustración política de la historia moderna”.
- “La única experiencia que tuvieron los argentinos a lo largo de la mayoría de sus vidas fue una senda de deterioro de su poder adquisitivo, una larga agonía con pequeños intervalos de crecimiento, rápidamente frustrado por brutos mazazos de realidad”.
- “Por programas económicos insostenibles y por infinitas promesas incumplidas, cada nueva experiencia política ha traído más frustración que la anterior”.
- “No es casualidad que las últimas elecciones las haya ganado el primer presidente liberal libertario, un completo outsider del sistema. Es algo que jamás hubiese ocurrido si los políticos tradicionales hubiesen mejorado nuestras vidas”.
- “¿Y por qué fallaron todos nuestros intentos de salir? La respuesta es simple, porque siempre se partió desde un diagnóstico equivocado. Nadie nunca cuestionó el eje sobre el que giraba la calesita, la mano negra del Estado omnipresente”.
- “¿Cómo íbamos a tener distintos resultados si en lugar de cambiar la receta, estábamos solamente cambiando el cocinero? Nuestra receta es clara y concisa. Venimos a romper la calesita, quitarle la manija al sortijero y trazar un horizonte de progreso hacia adelante con cambios profundos que atacan la raíz de nuestros males”.
- “Tomamos el toro por las astas, proponiéndonos resolver los problemas de fondo. Por eso nos encomendamos recuperar la racionalidad económica, devolverle la libertad a la sociedad, restablecer el imperio de la ley y borrar los privilegios que la política acumuló a lo largo de los años”.
- “Hoy, nosotros podemos hacer alarde, sin lugar a dudas, de que nuestro programa económico es el más exitoso hasta la fecha, y logramos bajar la inflación”.
- “Cuando ya era evidente que la inflación había entrado en un sendero decreciente, empezaron las acusaciones del keinesianismo berreta, diciendo que nos íbamos a hundir y que la actividad económica se iba a desmoronar y que iba a explotar la pobreza. La actividad, de diciembre contra diciembre, terminó subiendo 4,8 %, y desde abril la economía no para de crecer. Keynesianos, no pueden parar de llorar, les duele a los del Frente para la Victoria, no sé cómo se llamen ahora, Unión por la Plata, no sé”./CRONICA/DR