El fuerte temporal que azotó la provincia de Buenos Aires entre el lunes y el martes dejó un panorama crítico en vastas zonas rurales. Según estimaciones de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), unas cinco millones de hectáreas resultaron afectadas por las intensas precipitaciones, el granizo y los vientos.

Las localidades más comprometidas son Bolívar, Daireaux y Urdampilleta, donde se registraron lluvias superiores a los 110 milímetros en pocas horas. En Urdampilleta, el epicentro de la tormenta, las ráfagas y la caída de granizo provocaron destrozos y cortes de caminos rurales.

“Ya no se puede pasar ni siquiera en tractor”, advirtieron desde la Sociedad Rural de Bolívar, señalando que muchos accesos estaban en malas condiciones incluso antes del temporal.

El agua acumulada y la falta de obras de drenaje complican la situación en el centro y oeste de la provincia. Se espera que parte del caudal corra hacia los partidos de 9 de Julio y Carlos Casares, donde el nivel de los espejos de agua ya es alarmante.

A la pérdida de superficie disponible para la hacienda se suman las dificultades para avanzar con la siembra de soja y maíz, y la imposibilidad de transportar insumos o producción.

Desde Carbap remarcaron que el problema, antes concentrado en el centro bonaerense, ahora se extiende hacia el este, llegando “de Las Flores al mar”, con grandes áreas anegadas o severamente afectadas.

La situación se agrava por el lento escurrimiento del Río Salado, cuya falta de obras de dragado retrasa el drenaje natural hacia el mar y prolonga las consecuencias de uno de los temporales más intensos de los últimos meses.